Cataclismo (del 14 de mayo)
Como bomba hirió cristales
como sismo, derramó su polvo.
Quería ser único
visible
Permanente en la memoria del espacio,
Como bomba hirió cristales
como sismo, derramó su polvo.
Quería ser único
visible
Permanente en la memoria del espacio,
Con los muslos estiradosapoyaba su cadera izquierdafirme,como un monumento libertarioque se tendía o extendía…o entendía a su modo cosasdifíciles de organizarporque se encontraban sumergidas, juntasy les daba el sol por partes. Cuando aquellos desorganizados pensamientos se elevaban emitían brillos y destellostan similar al aguaaunque para él todo le parecía rojocomo el raso del pijama con …
Ahí estaba la lunacubriéndose de nubeslos ojos a la 1:00(el cielo que la sume). De blanco estaba llenapor sola, que era viuda:el luno era moreno,la luna era desnuda… Mentir era el veneno;creer era la cura.La luna duerme al cieloy en negro lo madruga. Despierta, aún creyendoque el luno era de luna…mas gris es su pañuelo(las …
Esta noche, más que noche: madrugada Las gotas de lluvia se han dejado caer estallando su rostro con la gravedad en contra del cielo. Por sus ansias malditaspor el atractivo suelo… Esta noche, más que noche: madrugadalas nubes se han vestido de tien la piel de la desdicha,expulsándose dilatadamente. Opacos, mis sentidos, se han desbordado …
El pequeño está aquí dentro
manso, jurando promesas
y un trabajo de esclavo.
Diablo, no te creo, no es necesario….
Sé que luego de su liberación
volverá a deambular subterráneamente
recordando que un día pudo haber elegido tanto
Tengo gotas de té escapándose de mis ojos porque lo bebía contigo mientras te veía sonriente con las cejas espesas y las pestañas negras creando sonidos y monocromos cuadros redondos… Tengo mentolados los ojos juro que no es más que la sobredosis de té o de un te quiero. —14-01-10 Todos los derechos reservados. Esta …
Bebo tus lágrimas
en su más vaporosa estructura
culpándome de haberte ilusionado
cuando yo también te quise en tantas, muchas formas (…)
Te habías marchado anoche
pero en realidad me fui yo un Lunes
cuando me invitaste a compartir
y multiplicabas tu infinita luz.
Quería expresar tantas cosas hoy
(o noche siguiente)
pero te fuiste tan pronto
sin que pudiésemos decir algo.
Y yo, así derretida
me vi sin forma en mí misma
muda y llorosa por tu fugaz presencia.
Me quedé buscándote en la anchura de Buenos Aires
tan sola en esa corta y desvaneciente caminata al ómnibus.
El aire secó mi esencia,
petrificándola sin tu adiós.
En la memoria del día
en que me apegué a tu suelo,
y empecé a transformarme
siendo 20 de Enero del 6o. año del siglo…
día de noche en un cine de Santiago
cuando se estrenaba un drama político
y yo tan perdida como hoy que sé llorar
volvería a preguntar quién fuiste
solo para escuchar tus historias de cárcel y exilio,
o al menos para decirnos el título de Clooney.
No te vayas del todo, amigo del alma…
Aún no sé cuál es mi forma.
—–
Buenos Aires, 2010.
En 2006 se estrena en Santiago: “Good Bye and Good Luck”.
Hoy,
los granos de tierra han vuelto a su cuenta original
sin sobra o falla.
Un solo corazón amarillo tendrá por gozo
letra, color y vida.
Mar en negrura atardecida
traes las olas ocultas
arqueando tus sonrisas.
Creo escuchar todavía
el momento en que una de ellas se elevó
previo a chocar contra tu inmensa roca
para decir adiós con tanta gracia
que podríamos haber filmado.
La sal está aglomerada en sí misma
dentro de la ola que te hizo desaparecer.
Y no es que exista tristeza
llorar es ya ahogarse con la misma esencia
donde hemos vivido en este extraño tiempo
en el que la estrella de tu ojo derecho nos ha mirado
constelada
detrás del vidrio del universo;
como foto de un toro sonríe llevándose a las Pléyades al hombro
dejándome ilusiones a penas.
Las noches se van diluyendo
como tinta que se derrama sobre las hojas
borrándonos las letras de todo lo que creímos habernos dicho
escrito o dibujado.
Mancha
estruendo que rompe y derriba al mismo cielo.
Porque aún no siendo convocado el llanto
La sal irrumpe de nuevo, adherente
surcando cicatrices, no solo de sangre.
Y hay algo de nada en todo esto:
tu voz y tu acento
que han terminado por convertirse
en un consuelo a la distancia
y que hoy extraño a eso de las 3:00 de la madrugada.