Vivía en medio de monos rubios y rojizos y a lo lejos, un mono hecho de arcilla les hablaba con seriedad inusual para mis ojos que jamás iban a comprender lo elevado de su mensaje. Los pequeños se apoyaban en mis piernas, me empujaban a escuchar el mensaje pero yo, que quería creerles estaba sorda. El mono de arcilla estaba por derretirse había que entenderlo antes de su final. Señaló hacia nuestra derecha, y todos volvimos a ver: habían 4 monos negros, muy pequeños y enternecedores y más atrás un jardín con flores de color oscuro como hibiscos o como amapolas no sabría explicarlas, pero eran púrpura color de uva, casi negras, casi tierra… colgaban varias de un solo tallo eran como imposibles y se convertían en gas pero yo estaba sorda. Todos comenzaron a cantar sus coros la mayoría en tonos altos y solo unos cuantos graves los escuchaba, pero no comprendí. Levitaron y llegaron alto sin necesidad de escalar por las ramas y yo me quedé abajo inútil mirando el fin de un dios que se diluía majestuoso. ———————- 5-02-2012. Basada en un sueño. ———— Todos los derechos reservados. Esta obra está protegida por las leyes de copyright y tratados internacionales. […]