Cafe con Mistica

Tulpas

Por: Espíritu Libre
Edición: Iris Monge

Nombre: Tulpa

Origen cultural: Budismo Tibetano

Naturaleza: Comienza su existir en el plano de la realidad psíquica como forma del pensamiento llegando a materializarse en el mundo físico. 

Descripción: La palabra ‘Tulpa’ proviene de un término tibetano que en su traducción al idioma español significa “construir”. Es un concepto místico  vajrayāna según el cual puede crearse por medio de disciplinas psíquicas-espirituales un ser u objeto material.  Ente místico construido en forma física y con la capacidad de emitir olores, producir sonido e interactuar con el medio que rodea a su creador y luego al entorno de éste, por medio del pensamiento, siendo la imaginación y la voluntad las fuerzas que lo producen y motivan. En algunos textos budistas de India se los denomina: “aparición irreal/ilusoria” o “creación de la mente”. Puede tener la forma de objetos, animales e incluso de personas.

Lo común es que estas proyecciones mentales tengan una existencia efímera, deteriorándose casi inmediatamente después de ser creadas, sin dejar una impronta significativa en la materia mental en la que penetra o en el plano físico en el que pudo haberse manifestado. En ocasiones, cuando la forma del pensamiento es intensa (producida por pasiones e intenciones particulares o producto de deseos o temores profundos, así como habiendo sido objeto de prolongada meditación) la onda de pensamiento transforma la materia mental en una forma más permanente, prolongando la existencia en el plano físico del Tulpa, y de tal modo, transformándose en una entidad que pasa a adquirir identidad. A través de una fuerte creencia y visualización, el ente va aumentado su poder a medida que sus interacciones con el “anfitrión” se vuelven más frecuentes y sostenidas. Es así como comienza a tomar contacto con otras personas, pues el Tulpa se alimenta de la creencia en su existencia. El gnosticismo occidental se refiere a ellos como Efigies Mentales y sugiere mantener equilibrio y control sobre el ego y las propias emociones, así como evitar el contacto con discursos que generan morbo y todo tipo de apegos energéticos si se quiere entrar en la práctica con este tipo de seres, que a veces, puede ser involuntaria, pues en otras palabras, los Tulpas son la manifestación de una consciencia paralela que surge de la propia pero se torna autónoma a su creador. Producto del inconsciente del “anfitrión”, quien ha elegido conscientemente en un principio su apariencia, los Tulpas adquieren consciencia propia. Es importante, durante la práctica de la creación de un Tulpa y, en realidad, casi como recomendación vital para mantener una vida más sana, cuidar nuestros sentidos de las impresiones externas y lo que dejamos entrar o de lo que nos dejamos contagiar. Los “agregados” psíquicos toman poder y control de nosotros en forma de sentimientos destructivos, limitado la claridad que querríamos mantener en una relación duradera y agradable con un Tulpa.

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