No habría sido querido
de haber sido eterno
y yo, devorándole
redúzcole tiempo.
Ay…la ilusión infame
del árbol que quieto
en el pantano sabe
moverse discreto.
Vos, tu cariño tan suave
tu voz, manifiesto.
Erguido, poder y salvaje
de crudo pensamiento
colapso al escucharte
y al margen me siembro.
—-
Todos los derechos reservados. Esta obra está protegida por las leyes de copyright y tratados internacionales.
Comparte este artículo: