Abrió los bracitos
como antenitas
mientras el tierno roedor decía:
-No te haré daño jamás
tu pétalo es caricia
y tu olor la bondad.
Cárdeno, el lirio,
azul lo miró
y en 5 segundos
el roedor la devoró.
Imagen: Lirio Cárdeno o Iris
—-
Todos los derechos reservados. Esta obra está protegida por las leyes de copyright y tratados internacionales.
Comparte este artículo: