Daba la sensación de que al mirarlo
sus pestañas sonaban como cascabelitos.
…¡Ay!, esos ojos libelulares:
flotantes puntos rodeados de ámbar auras
iban dejando caer semillitas tostadas
y mi corazón comía entusiasmado
agarrando color y lumbre.
El Genio traía una capa misteriosa
mi corazón intuía que detrás de ella había oculta
una miríada de luces. […]