Ojos foráneos de lágrima efusiva inclemente con retumbos imparables negros de turbulencia, agua que no rodará despacio ni permitirá la pasiva melancolía sino el desmoronamiento trágico tempestivo como hace el pasto durante los huracanes flagelándose entre sí los unos a otros. Tempestad autodestructiva deseosa de haber sido segada al momento de nacer. Profundos los pantanos de fin incierto les han mutilado el tembloroso miembro rojo desde lo alto de su púlpito impalpable en un sangroso sacrilegio pálpito rubores en las manos caídas: desánimo ante el juego perdido con la inmerecida justicia. —— La imagen es de Viktorija Stapone —- Esta obra está protegida por las leyes de copyright y tratados internacionales. […]