Aroma a jardín marchito aroma de lirio blanco háblame de tus hechizos háblame de tus quebrantos. Escondo dentro de sombras temores y negros mantos; escondes, si acaso sobra tus besos de aroma blanco. De rojo los pasos manchas de negro en silencio ocultas aquellas trazadas cartas que nunca guardaste, ¡nunca! Fragancia a jardín perdido ¡nunca más le cortes flores a los jardines malditos! Aroma de lirio blanco dime, ¿tu olor es eterno? y cuenta si acaso un barco lleva tus flores adentro… De pino las hojas abren las piedras de mármol viejo contando que adentro tienen aroma de prisionero. ¡Se roba el jardín que huele a lirio de blancos besos! ¡se roba el aroma verde fragancia de zumos negros! Aroma de lirio blanco que blanco el aroma tiene: tus besos ya son de llanto, tus pétalos ya no huelen. Escrito en 1995 y publicado en Antología de la Verde Letra, Externado de San José San Salvador 2000: Iris Monge, Sonsonate, 1982. Una de las mejores exponentes poéticas de su generación, con la especial virtud de cultivar el verso clásico. Estudia Diseño Gráfico y dice: «Creo que la poesía es la melodía llena de colores difícilmente perceptibles para el sentir humano; podemos pintar imágenes libres de nuestro interior que pulimos como pensamientos en palabras». —- Todos los derechos reservados. Esta obra está protegida por las leyes de copyright y tratados internacionales. […]
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Problema con tortillas #2
(Extracto de mi ñoño diario) San Salvador, 22 de Marzo de 1996. Salí en la tarde a comprar 3 Colones de tortillas y en la tienda estaba a la par mía Juan, el chico de enfrente de mi casa comprando un gran rimero como de 10 pesos. Me apuré a pagar e irme para ver si me seguía. Volví a ver para atrás y lo vi que venía caminando muy despacio… ¡Grrr!. Entonces me puse a hablar con Don Max, que estaba a mitad de camino, para ver si cuando se acercara me saludaba y nos íbamos juntos hasta la casa, pero él empezó a caminar más despacio y yo sentía que se tardaba demasiado. Aguardé y cuando lo vi cerca, me despedí de Don Max; corrí para la casa y lo esperé en la puerta para verlo pasar. Cuando llegó enfrente, se me quedó viendo bien contento, como que me quería saludar, entonces lo miré seria, cerré de un gran portazo y me quedé mirándolo por la ventana, escondida detrás de la cortina de encaje. Tenía cara de susto, el pobre… Se quedó así como 8 segundos, congelado. …8 segundos que dejaron de ser más porque el viento y me sacó la cortina, evidenciando mi estupidez… Me vio que lo estaba viendo y se puso a reir mirando al suelo. No sé por qué hice todo eso. ———- Problema con Tortillas #1 será publicado próximamente. […]